A los pocos días de haberse estrenado fui a ver Buscando a Dori. Para mi Buscando a Nemo, igual que otras de las películas de Pixar, está entre mis favoritas. El relato de un padre sobreprotector que supera todos sus miedos para buscar a su hijo me parece una historia realmente maravillosa. Mis expectativas con Dori iban un poco bajas, en parte por mi desconfianza hacia las secuelas y en parte por los comentarios de la crítica acerca de los poco que aporta y su mera naturaleza monetaria. Sin embargo, una vez vista la película debo decir que me conmovió profundamente y que para nada me parece algo accesorio. Buscando a Dori es una película que, de manera creo no muy evidente, habla de la discapacidad… pero no de la discapacidad como un desafío concreto sino como un modo de vida de las personas discapacitadas y su entorno y esto es la primera vez que lo veo. Y más con un personaje femenino. Y dirigida a niños y niñas. ¿aporta poco?
Habrá algún espoiler (no muy concreto) de la peli. Hablaré de situaciones emocionales y actitudes de los personajes, así que, si queréis ver la peli desde cero, no leaís esto. Eso si, si la veís, os invito a leerlo después.
Cuando estudiaba el doctorado hice un trabajo sobre la discapacidad y su relación con el género y cómo la invisibilidad de las mujeres discapacitadas limitaba enormemente su vida. Quizá por eso la crítica en su mayoría no puede apreciar (porque posiblemente no han vivido) los detalles sobre los que se construye Buscando a Dori. Creo que, por otro lado, todos aquellos que hemos tenido personas dependientes en nuestro entorno familiar hemos vivido y hemos visto muchas de las situaciones de la película.
El entorno de la discapacidad: frustración y cuidado.
Lo primero que podemos ver en Buscando a Dori es la frustración que siente Marlin ante la enfermedad de Dori. Esto ya lo podíamos ver en Buscando a Nemo. Tratar con una persona con la dolencia de Dori es bastante cansado e incómodo y afecta a tu vida. Lamentablemente, esto genera no poca frustración: la vida y la autonomía del entorno de la persona discapacitada se ve muy condicionada por los problemas que esta pasa. Despertarse pronoto, estar pendiente, tratar con los problemas más incómodos, o tener que dejar de hacer lo que haces por ayudar a realizar algo básico (lo que sea) puede ser muy frustrante. Esta frustración puede generar en muchas ocasiones una pérdida de la paciencia (lo que tampoco es condenable, porque todos somos humanos y nos cansamos) y, a veces, acaban las cosas a gritos (o, lamentablemente, peor). La cuestión es que en el fondo sabes que por muy frustrado y enfadado que estés con esa persona no puedes culparla por su enfermedad, lo que no quita que le puedas hacer daño. Por otro lado, que vivir con esa persona tenga complicaciones no deja de hacer la convivencia con alguien a quien quieres algo maravilloso, como ocurre con Nemo.
El cuidado del entorno: La familia y el acuario.
Uno de los temas más interesantes es ver no sólo como el entorno próximo cambia sus costumbres para ayudar a los discapacitados, sino cómo, además, toda la comunidad le apoya. Esa pequeña familia que es el acuario de Buscando a Dori participa en su crianza sin que ello suponga apartarla o discriminarla por ello.
Es la figura de los padres de Dori la que resulta más enternecedora. Lo que Dori asocia como una serie de juegos es, en realidad, una manera de enseñar a Dori a vivir con su discapacidad. Están, como se dice ahora, empoderándola, dándole los recursos para poder vivir su vida sin depender directamente de ellos. Y este cariño y atención es precisamente el que permite a Dori culminar su viaje. Ellos, a diferencia de Marlin en la primera película, son conscientes de que es imposible proteger a su hija para siempre, y que, en caso de serlo, no sería justo con ella, porque supondría renunciar a su vida. La tratan como a una persona más a la que sólo hay que enseñarle algunas cosas más para poder llevar su vida.
Rescatar, rehabilitar y liberar
Esta frase es el espíritu que debemos tener hacia las personas discapacitadas. La imporante es la tercera.
El viaje de Dori.
Sin embargo, para mi el auténtico cambio que supone Buscando a Dori no es tanto el papel de su entorno (tema tratado en mayor o menor medida en el cine), con el viaje de la propia Dori. A lo largo de la película pasamos por múltiples estados y situaciones muy comunes en la vida de los discapacitados.
Por un lado, hay que pensar que Dori no es cosciente de su discapacidad, o, mejor dicho, de que esa discapacidad la haga diferente de los demás. Esto es lo que choca cuando, una vez separada de sus padres, en un mar hostil (con unos colores horribles y unos peces grises y antipáticos), se encuentra terriblemente sola y desprotegida. No puede volver a su casa, y nadie la ayuda… aunque tengan alguna intención de hacerlo, la imposibilidad de Dori de expresarse (lo que genera frustración a los desconocidos), hace que se sienta totalmente desamparada y acabe donde acaba.
Dori vive una situación también muy común en las personas con discapacidad: la culpabilización no sólo de lo que le pasa, sino de lo que eso acarrea a su entorno. Consideran que su situación es la que afecta de manera negativa a la gente a la que quieren. Sin embargo, el mensaje positivo (y muy emocional) de la película, es que Dori no se rinde porque nunca lo ha tenido fácil. No es que no se rinda por ser discapacitada, ni que esa discapacidad le de una fuerza de voluntad más allá de lo humano (como por ejemplo veríamos en Mi pie izquierdo), sino que esa necesidad de pelear por todo es lo que ella llama vida.
¿Porque hay que ver Buscando a Dori?
Lamento decir que cuando pienso en las críticas que hablan de película menor, accesoria o que no aporta nada, siento entre pena y rabia. Por un lado siento pena, porque creo que la película no ha logrado transmitir a todo el público, más allá de su experiencia personal, un mensaje tan importante como el que contiene. Que tenga alguien que explicar esto es un pequeño fracaso de la película.
Por otro lado, siento bastante rabia, porque demuestra que la discapacidad es algo absolutamente invisible para la mayoría de la sociedad. Evidentemente todos tenemos presente que los discapacitados existen y que hay que tener cuidado con ellos y de ellos, pero no parece muy común el conocimiento de lo que es vivir con una discapacidad. Esto es una lástima porque es el mundo verde que encuentra Dori al principio de la película, y no parece que vaya a cambiar. Así que, no soy muy de meterme con la crítica en general, pero decir que una película que trata de pleno el tema de la discapacidad desde el punto de vista de un discapacitado sin que sea un superhéroe (de nuevo, como en Mi pie izquierdo), ni quiera morir (como Mar Adentro), películas ambas necesarias pero que ponen el foco en otro punto. Quizá la película no sea relevante para la crítica, para todos aquellos que están relacionados de una manera o de otra con la discapacidad es muy necesaria y muy reconfortante.
Buscando a Dori explica que no tener las mismas condiciones y posibilidades que el resto de la gente no te tiene por qué hacer menos libre, ni que eso suponga una carga para la gente de tu alrededor, ni que tengas que hacer cosas extraordinarias para demostrar tu valor. Buscando a Dori es una película que explica que tengas la enfermedad que tengas no eres menos persona, ni debes tener una vida necesariamente más limitada que los demás: todo es cuestión de actitud y de entorno.