Poder y series

Política para seriéfilos

De Fargo a Syriza: explicación de un enfado

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Poder y series es un blog en el que se habla de series para hablar de política. Aprovecho todo lo que he visto de series, así que hay espoilers de las series de las que hablo hasta donde he visto. De Fargo, hasta el final de la primera temporada. De nada.

 

Tsirpas pidiendo el voto a un elector griego

Tsirpas pidiendo el voto a un elector griego

Si eres alguien al quien han pegado y humillado constantemente en tu vida, aunque seas una buena persona, es normal que sientas una dosis más o menos grande de rabia y frustración. En ese caso, que un desconocido se te acerque a preguntarte si querrías que matara a ese maldito desgraciado que ha abusado contigo, tu “yo” razonable dirá que no, pero esa pequeña persona enfadada posiblemente lo desée. Esa persona enfurruñada es la conciencia del super-hombre, y la verdad, es que sienta muy bien.

El superhombre Malvo

Lorne Malvo es un tipo que podemos considerar malo: mata, extorsiona y disfruta haciendo a la gente enfrentarse y hacerse daño. Es todo un depredador. Sin embargo, su contrapartida, Lester Nygard, es, hasta que le conoce, un ser “bueno” y por bueno entendemos alguien que obedece las normas, afable  y nunca ha matado a nadie. Lorne reconoce a la distancia (como un buen depredador) que Lester no es bueno por lo que llamaríamos “bondad natural”, sino por puro miedo a las normas. Empujar a Lester fuera de ellas saca afuera no necesariamente a alguien malo, pero si a alguien que será menos desobediente y, en ocasiones malvado.

Podemos considerar que Lorne es el espíritu de al filosofía de Nietzsche y su superhombre. El bueno de Friedrich vivió en una sociedad muy controlada por normas morales  y religiosas (la alemania protestante no es que sea, precisamente el colmo de libernitaje). Esto, supongo que generaría no pocas frustraciones: todo lo que querrías hacer y no puedes hacer simplemente por motivos morales estrictos y discutibles que, además, no parecen frenar  a los más fuertes.

El superhombre y la moral del escalvo

La cuestión es que el enfado de Friedrich y la frustración era entendible hasta el punto que acuñó la madre de todas las frases punk de la historia:

Dios ha muerto.

No es que Nietzsche tuviera nada contra Dios, sino que la existencia del dios agobiante de los protestantes (mucho más que el irascible pero con buen corazón Dios católico) impedía la realización del hombre. Entendamos que cuando dice Dios, Fede no es que se refiera tanto a la entidad, sino al elemento básico de baremación del comportamiento social. Si hubiera pillado a Sócrates le hubiera dicho que El Bien no existe. Solo para molestar.

En realidad el planteamiento de Nietzsche habla de que la vida es lo bastante miserable como para

Nietzsche: un señor enfadado

La de leches que le dieron en el cole

detenerse en miramientos éticos que te joden vivo (¿como dice su célebre mito del Eterno Retorno: si sabes que no hay vida más allá de la muerte, te comportarías comiendo mierda en un existencia miserable por unas reglas qu ehan puesto por ti?)  A esto lo llaman nihilismo, porque a fin de cuentas, creer en la realización individual de la gente según  su voluntad precisa de la eliminación de cualquier norma. Lorne Malvo es nihilista (de los buenos) y convierte a Lester en un nihilista que se ha dado cuenta de que ha comido mierda por no serlo y que, encima, la gente le desprecia por ello.

Un poco de contrato social

Fargo, sin embargo, va realmente de la miseria del ser humano si encuentra los incentivos o condiciones adecuados para ellos. Lester, el señor del supermercado, el monitor de gimnasio ,e incluso el policía, son personas que toman decisiones moralmente incorrectas cuando han supuesto que eran libres de ello. Si no te ven, si no hay sanción o si la ganancia es lo bastante grande, serás igual de malo que el demonio.

En términos de política esto es interesante porque la realización de la voluntad individual suele chocar frecuentemente con los deseos de libertad individual de terceros. Esto genera otros slogans pesimistas y populares como:

El hombre es un lobo para el hombre

 

o la más popular y abstracta

Tu libertad termina donde empieza la del otro.

Realmente la realización del individuo puede generar escenarios postapocalípticos. En teoría, este estado de naturaleza pura sin reglas genera escenarios en los que la leydel más fuerte prevalece. Esto genera dos escuelas de pensamiento políticos:

  • Los que creen que el hombre es bueno y es la sociedad es la que le pervierte
  • Los que creen que el hombre es malo y la sociedad es lo que impide que sea más malo.

 

En principio, tanto el liberalismo como  el socialismo parten de el concepto positivo (al menos en sus discursos). Sin embargo, las reglas en teoría están para proteger ese interés común de las personas para que puedan ser todo lo felices que puedan ser (dentro de un orden, como cualquier buena dictadura diría). En términos generales, esto es lo que genera un sistema político que se mantiene en la medidaen la que, a cambio de esta cesión de libertad, garantiza un mínimo de protección a los que lo ceden.  En teoría, todos cedemos libertar para no morir, que no nos maten y que los tipos, por muy fuertes que sean, no puedan pasar por encima de nosotros.

Hasta aquí bien, en ese sentido Dios no tendría por qué morir, pero ¿y si el sistema no nos proteje de los matones? Pues entonces lo más normal es que o te salgas del sistema (difícil) o hagas caso a Lorne Malvo… un poco lo que pasa en la Europa del Sur.

Syriza y el super-hombre

Larga vida al superhombre

Larga vida al superhombre

¿Quiere decir esto que Syriza es el mal? No, pero quiere decir que si no nos dejaran con la sensación de que el matón del instituto nos ahostia y nos quita el bocata (aunque sea también culpa nuestra por habernos dejado comer el bocadillo para que nos aceptaran en el grupo de los populares del cole), posiblemente no contempláramos tan seriamente hacer lo que nos pide el cuerpo y coger lo que nos dé la gana (después de haber matado al gordo).

Es verdad que al final el Lester acaba mal, pero realmente lo hace porque no está dispuesto a ir hacia atrás. ¿Tenía razón? Pues no, porque se ha llevado por delante a no poca gente (y realmente, no deja de ser un pringado), pero posiblemente no debería haber aceptado tantas normas y abusos que al final acabaron pon desesperarle.

La única persona que realmente hace lo correcto es la protagonista que insiste porque es lo justo. Por un lado la serie redondea la lectura del ser humano: el ser humano puede ser bueno  o miserable, y para ello no tiene por que ser  un superheroe. El problema de parte  de las democracias están empezando a exigir a los ciudadanos ser héroes  y sacrificios, cuando en realidad su función era simplemente dejarles ser gente corriente .

Autor: craselrau

doctor en ciencias políticas, friki, cocinillas y bloguero. Analista web y colaborador en todoseries.